Investigación médica a tu servicio
Cómo encontrar tu equilibrio perfecto
Todos los desequilibrios fisiológicos, independientemente de su origen o causa, tienen un impacto bioquímico determinado sobre nuestro metabolismo a diferentes niveles.
Nuestras investigaciones revelan que es posible detectar y medir este impacto, pudiendo conocer qué está sucediendo en nuestro cuerpo.
Cuando nuestro cuerpo sufre un desequilibrio, cientos de procesos vitales se disparan de manera automática para lograr restaurar el equilibrio perfecto. Sin embargo, no siempre es posible restaurarlo de manera sencilla por diferentes motivos. Para ayudar a nuestro cuerpo es vital contar con información precisa y oportuna que nos ayude a entender qué está pasando, por qué y para qué se han activado algunas de estas respuestas complejas de nuestro organismo.
Medicina de precisión
Mediante la investigación de estos procesos, hemos logrado identificar y cuantificar claramente diferentes moléculas clave que son signos inequívocos de estados iniciales de estrés metabólico e inflamación. Controlando estas moléculas es posible detectar de forma precoz el desequilibrio y así ayudar a corregirla interviniendo de forma adecuada en el complejo sistema de nuestro cuerpo, restaurando el equilibrio.
Prevención y diagnóstico precoz
De esta manera se pretende tener la información precisa y oportuna para poder restaurar el equilibrio perdido lo antes posible con la menor intervención necesaria, siempre personalizada e individualizada para cada usuario en función a la respuesta o reacción producida.
En procesos o enfermedades crónicas donde este desequilibrio permanente ha deteriorado en el tiempo la salud de la persona, esta información puede constituir una herramienta de gran valor para modular y adaptar las estrategias terapéuticas empleadas y así contener la evolución desfavorable de la sintomatología y recuperar al máximo la calidad de vida del paciente.
Prevención y diagnóstico precoz
De esta manera se pretende tener la información precisa y oportuna para poder restaurar el equilibrio perdido lo antes posible con la menor intervención necesaria, siempre personalizada e individualizada cada sujeto en función a la respuesta o reacción producida.
En procesos o enfermedades crónicas donde este desequilibrio permanente ha deteriorado en el tiempo la salud de la persona, esta información puede constituir una herramienta de gran valor para modular y adaptar las estrategias terapéuticas empleadas y así contener la evolución desfavorable de la sintomatología y recuperar al máximo la funcionalidad del paciente.
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